Padre, tienes un solo Hijo. Y es a él a quien hoy deseo contemplar. Él es Tu única creación. ¿Por qué habría de percibir miles de formas en lo que sigue siendo uno solo? ¿Por qué habría de darle miles de nombres, cuando con uno solo basta? Pues Tu Hijo tiene que llevar Tu Nombre, ya que Tú lo creaste. No permitas que lo vea como algo ajeno a su Padre o a mí. Pues él es parte de mí, así como yo de él, y ambos somos parte de Ti que eres nuestra Fuente. Estamos eternamente unidos en Tu Amor y somos eternamente el santo Hijo de Dios.
Nosotros que somos uno, queremos reconocer en este día la verdad acerca de nosotros mismos. Queremos regresar a nuestro hogar y descansar en la unidad. Pues allí reside la paz, la cual no se puede buscar ni hallar en ninguna otra parte.