No soy un cuerpo. Soy libre.
Pues aún soy tal como Dios me creó.
(199) No soy un cuerpo.
Soy el Hijo de Dios. Aquiétate mente mía, y piensa en esto por un momento. Luego regresa a la tierra, sin confusión alguna acerca de quién es aquel a quien mi Padre ama eternamente como Su Hijo.
No soy un cuerpo. Soy libre.
Pues aún soy tal como Dios me creó.