LECCIÓN 118

Repaso de las lecciones 105 - 106

(105) Mías son la paz y la dicha de Dios.

Hoy aceptaré la paz y la dicha de Dios en grato intercambio por todos los substitutos de la felicidad y de la paz que yo mismo intenté.

(106) Déjame aquietarme y escuchar la verdad.

Permite que mi débil voz se acalle, para poder oír así la poderosa Voz de la Verdad Misma asegurarme que yo soy el perfecto Hijo de Dios.

A la hora en punto:

Mías son la paz y la dicha de Dios.

Media hora más tarde:

Déjame aquietarme y escuchar la verdad.